Cuando oyes "navegador sin cabeza", estoy seguro de que no se trata de un gadget tecnológico familiar con el que te hayas topado en tu vida cotidiana, a menos que conozcas en profundidad cómo funcionan técnicamente los navegadores. La mayoría de vosotros estáis familiarizados con navegadores peculiares como Google Chrome, Firefox, Safari, etc. La única diferencia es que los navegadores headless
